Ayer noche se confirmaba la imposibilidad de acuerdo entre el mayor accionista del Oviedo y grupo empresarial mejicano propietario del Atalante, esto deja en una grave situación al club del ex burgalesista Gonzalo. Mientras en Palencia se debate sobre la única posibilidad de supervivencia: la conversión en SAD. Parte de la masa social palentina no quiere ni oír hablar de la entrada de capital externo -posiblemente con razón- pero parece que es su única salida. Y mientras en León, su Cultural sigue agotando las vías de solución. Gracias a su alcalde -¿qué hizo el bueno de Aparicio cuando el Burgos estuvo a punto de desaparecer en 2008? Estaba de vacaciones.- a sus jugadores y a su fiel hinchada, se han salvado varias pelotas de partido y ahora se abre una nueva vía con el interés de un empresario leonés.
Es una nueva demostración de que las aventuras en el mundo de fútbol no suelen salir bien, y la llegada de grandes mecenas -ejemplos hemos sufrido ya: Novoa, Laredo...- no suelen ser beneficiosas para el club.
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